LENTEJA ECOLOGICA

Ancha es Castilla y anchas son las lentejas que toman su nombre. Más planas y de mayor tamaño que sus hermanas más oscuras (las lentejas pardinas), estas legumbres de color verdoso requieren tiempos un poco más largos de cocinado que otras variedades, sin llegar al que necesitan garbanzos o alubias y que pueden acortarse aún más con algo de remojo.

Pero la cosa es hacer de la necesidad virtud y, precisamente, esa resistencia a la cocción es la que hace de ellas las candidatas con más puntos para preparaciones como las ensaladas de otoño, que combinan elementos crudos y asados, fríos y templados, ligeros y más contundentes. Hojas de espinaca, boniato o calabaza, o setas, y algún tipo de queso que nos guste combinan a la perfección con esta leguminosa de producción ecológica cocida y componen un plato redondo que llega a la estratosfera cuando se le añaden un par de cucharadas de semillas (valen frutos secos) previamente tostadas tres minutos en la sartén.

Para alcanzar el “más cuqui todavía” bastarán un tarro de cristal tipo conserva y las ganas de colocar los ingredientes de tu plato en capas cromáticas: tendremos una “ensalada vertical” que, reconozcámoslo, no mejora el sabor del plato pero sí su fotogenia y las posibilidades de transporte.

Germinar antes de usar
Otra opción, algo más laboriosa, nos lleva de vuelta al cole y a aquellos experimentos con legumbres, algodón y vaso en los que los granitos se convertían, por acción del agua y la luz solar, en pequeñas plantas.

Aprovechar aquel conocimiento en la cocina es igual de fácil: con agua, luz, una gasa y un poco de paciencia (bueno, algo más que un poco, entre tres y siete días) tendremos nuestros brotes listos para coronar una ensalada, hacer que un sándwich cruja o, como mínimo, dejar alucinado al público infantil. Para que luego digan los terraplanistas que la ciencia es mentira...

Características
Producto libre de alérgenos.
Sin gluten, aptas para celíacos.
De cultivo ecológico.
Envasadas en atmósfera protectora.
Peso: 500 gramos.